La parálisis de Erb, también conocida como parálisis braquial del plexo superior, es una afección neurológica que afecta principalmente a los músculos del hombro y el brazo. Esta condición se produce por una lesión en el plexo braquial, específicamente en las raíces nerviosas de C5 y C6. Estas raíces nerviosas son cruciales para la movilidad y la sensibilidad del hombro y la parte superior del brazo.
La causa más común de la parálisis de Erb es el trauma durante el parto. Esto puede ocurrir cuando el bebé tiene una posición anormal o durante un parto difícil que requiera el uso de fuerza para extraer al recién nacido, lo cual puede estirar o desgarrar los nervios del plexo braquial. También puede ser consecuencia de caídas o accidentes que provoquen una fuerte tracción del brazo.
Los síntomas de la parálisis de Erb incluyen debilidad en el hombro y el brazo, pérdida de la función motora en los músculos afectados, y disminución o ausencia de reflejos en el área comprometida. Los bebés con esta condición suelen presentar un brazo que cuelga a su lado con el codo extendido y el antebrazo girado hacia adentro. Este patrón de posición se conoce como «brazo de camarero que recibe una propina».
El diagnóstico de la parálisis de Erb se basa en la historia clínica y un examen físico detallado. Los médicos pueden realizar pruebas adicionales, como estudios de conducción nerviosa y electromiografía, para evaluar la extensión del daño nervioso. La resonancia magnética (RM) también puede ser utilizada para visualizar el plexo braquial y detectar lesiones específicas.
El tratamiento para la parálisis de Erb varía según la severidad de la lesión. En muchos casos, se recomienda fisioterapia intensiva para mejorar la movilidad y la fuerza del brazo afectado. La terapia física puede incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y estimulación eléctrica para promover la recuperación nerviosa. En casos severos donde los nervios están gravemente dañados, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar o injertar los nervios lesionados.
La prognosis para los pacientes con parálisis de Erb depende de la gravedad de la lesión y la respuesta al tratamiento. Muchos niños con lesiones leves recuperan la función completa del brazo con el tiempo y la rehabilitación adecuada. Sin embargo, las lesiones más graves pueden resultar en una recuperación incompleta y limitaciones permanentes en la movilidad del brazo afectado.