La ablación endometrial es un procedimiento médico que se realiza para tratar el sangrado menstrual abundante. Consiste en la destrucción parcial o total del revestimiento interno del útero, conocido como endometrio. Este tratamiento está indicado principalmente en mujeres que no han respondido a otros métodos menos invasivos y que no desean tener más hijos, ya que la ablación endometrial reduce significativamente las posibilidades de embarazo.
El procedimiento puede llevarse a cabo de varias maneras, utilizando diferentes técnicas. Las más comunes incluyen:
- Técnicas térmicas: Estas utilizan calor para destruir el endometrio. La ablación por radiofrecuencia es un método común, donde se inserta una malla que emite energía de radiofrecuencia para calentar y destruir el tejido endometrial. Otra técnica térmica es la ablación con balón térmico, donde se introduce un balón lleno de un líquido caliente en el útero, que se infla para contactar con el endometrio y destruirlo.
- Técnicas criogénicas: Utilizan temperaturas extremadamente bajas para destruir el endometrio. Este método implica la inserción de una sonda en el útero que congela el tejido endometrial.
- Ablación con láser: Utiliza un láser para quemar y eliminar el tejido endometrial. Esta técnica es menos común debido a la necesidad de equipo especializado.
- Ablación con microondas: Utiliza energía de microondas para calentar y destruir el tejido endometrial. Este método ha demostrado ser efectivo, aunque no es tan común como otras técnicas.
Antes del procedimiento, se suele realizar una evaluación exhaustiva, incluyendo una histeroscopia, que permite al médico visualizar el interior del útero y evaluar el estado del endometrio. El procedimiento generalmente se realiza de manera ambulatoria y bajo anestesia local, regional o general, dependiendo de la técnica utilizada y de las preferencias del paciente y del médico.
La recuperación de la ablación endometrial varía según la técnica utilizada y la condición general de la paciente. Es común experimentar calambres y un flujo vaginal acuoso durante unos días después del procedimiento. La mayoría de las mujeres pueden regresar a sus actividades normales en uno o dos días.
En cuanto a los resultados, muchas mujeres experimentan una reducción significativa del sangrado menstrual, y en algunos casos, el sangrado puede cesar por completo. Sin embargo, no todas las pacientes responden de la misma manera y algunas pueden requerir tratamientos adicionales. Es importante que las mujeres consideren las posibles complicaciones y discutan con su médico todas las opciones disponibles antes de decidirse por la ablación endometrial.