El nacimiento de un hijo debería ser un momento de alegría y celebración. Sin embargo, cuando las cosas van mal debido a errores médicos, puede convertirse en una situación de desolación y confusión
La negligencia médica durante el parto es una realidad que, desafortunadamente, algunas familias tienen que enfrentar, dejando a menudo secuelas duraderas tanto en el recién nacido como en la madre.
Definición y tipos de negligencia médica en el parto
La negligencia médica en el parto se produce cuando los profesionales de la salud que atienden el nacimiento actúan de manera incompetente o no brindan el estándar de cuidado requerido, y como resultado, el bebé o la madre sufren daños.
Esta puede manifestarse de diferentes formas: desde un diagnóstico tardío o incorrecto de condiciones peligrosas, hasta errores en el manejo de fórceps o la cesárea, o la falta de respuesta adecuada ante signos de sufrimiento fetal.
Casos más frecuentes de negligencias médicas partos
Dentro del amplio espectro de negligencias médicas durante el parto, se pueden destacar varias que tienen una incidencia notable tanto en la salud de la madre como en la del recién nacido. Profundizando en algunas ya mencionadas, y agregando otras igual de relevantes, ofrecemos un análisis más detallado de estas situaciones.
- Uso incorrecto de los fórceps
El uso de instrumentos como los fórceps puede ser crítico en partos con complicaciones. Sin embargo, su manejo inadecuado puede derivar en lesiones craneales o nerviosas en el bebé, afectando potencialmente su desarrollo neurológico. En la madre, puede provocar daños en los tejidos blandos, hemorragias o infecciones. Estos instrumentos deben manejarse con extrema precaución, y solo por profesionales capacitados en su uso correcto y seguro.
- Complicaciones derivadas de la hipoxia
Una falta de oxígeno o hipoxia puede tener consecuencias devastadoras, incluyendo daño cerebral severo o, en el peor de los casos, la muerte fetal. El equipo médico debe estar atento a los signos de sufrimiento fetal y actuar con rapidez, ya sea a través de la administración de oxígeno, cambio de posición de la madre o una cesárea de urgencia, para minimizar los riesgos de asfixia perinatal.
- Episiotomía y sus complicaciones
Aunque la episiotomía puede ser necesaria en ciertos partos para evitar desgarros mayores, su realización inadecuada puede causar daños permanentes en la madre. Lesiones en el suelo pélvico, incontinencia anal y dificultades durante las relaciones sexuales son algunas de las secuelas que una episiotomía mal ejecutada puede acarrear. Su uso se ha vuelto más restrictivo y, cuando es necesaria, debe hacerse con precisión y cuidado para evitar complicaciones.
- Desgarros obstétricos
Los desgarros durante el parto son un riesgo asociado a dificultades en el paso del bebé por el canal de parto. Pueden ser menores o graves, como los desgarros de cuarto grado que afectan al esfínter anal y requieren reparación quirúrgica. Estos desgarros pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida postparto y deben ser manejados con habilidad para minimizar daños.
- Complicaciones por restos de placenta
El olvido de restos de la placenta en el útero puede desencadenar infecciones severas y hemorragias. El personal médico debe asegurarse de que la placenta se expulse completamente después del nacimiento y, en caso de que haya restos, actuar de inmediato para evitar complicaciones mayores.
- Parálisis cerebral
La parálisis cerebral es un conjunto de trastornos neurológicos que afectan la habilidad de una persona para moverse y mantener el equilibrio y la postura. Estos trastornos son causados por daños al cerebro que pueden ocurrir durante el parto. Uno de los momentos críticos donde se puede producir una lesión cerebral es cuando el bebé experimenta hipoxia, una disminución del flujo de oxígeno al cerebro. Esto puede suceder si el equipo médico no monitorea adecuadamente el bienestar del feto o no actúa con la rapidez necesaria ante signos de distres. La hipoxia prolongada o severa puede llevar a una parálisis cerebral, una condición que puede tener un profundo impacto en la calidad de vida del niño y su familia. La identificación y el manejo rápido de la hipoxia son esenciales para prevenir este tipo de daño cerebral, y cualquier falla en hacerlo puede ser considerada una negligencia médica.
- Administración de oxitocina sintética
El uso de oxitocina sintética, un fármaco utilizado para inducir o acelerar el parto, puede tener efectos secundarios graves como rotura uterina o sufrimiento fetal, lo que podría llevar a una cesárea de emergencia. El control y la monitorización cuidadosa son imprescindibles cuando se administra esta hormona. Una dosificación incorrecta o una supervisión inadecuada puede ser considerada una negligencia médica.
- Aspiración de Meconio
El meconio es el primer excremento de un recién nacido, y su aspiración durante el parto puede causar problemas respiratorios graves. La aspiración de meconio ocurre cuando un bebé estresado defeca en el útero y luego inhala el meconio en sus pulmones, lo cual puede ocurrir antes o durante el parto. Este evento requiere una respuesta inmediata y adecuada del personal médico, incluyendo la aspiración de las vías respiratorias del bebé al momento del nacimiento y, si es necesario, tratamientos respiratorios adicionales. La falta de una respuesta oportuna y adecuada a la aspiración de meconio puede resultar en una negligencia médica, ya que las consecuencias pueden ser devastadoras, incluyendo la parálisis cerebral debido a la hipoxia.
- Complicaciones en cesáreas
La cesárea, una intervención quirúrgica para dar a luz a través de una incisión en el abdomen y el útero, puede ser una operación de salvamento cuando hay complicaciones en el parto. Sin embargo, realizar una cesárea de manera tardía o inadecuada puede resultar en consecuencias graves para tanto la madre como el bebé. La decisión de realizar una cesárea debe basarse en indicaciones médicas claras y ser tomada en el momento oportuno. Un retraso en la toma de esta decisión puede exponer al bebé a un sufrimiento fetal prolongado y a la madre a un mayor riesgo de hemorragia y otras complicaciones. Si se establece que el daño sufrido por la madre o el niño fue consecuencia de una cesárea mal practicada o retrasada, esto podría ser motivo de una reclamación por negligencia médica.
Cada uno de estos escenarios requiere una evaluación minuciosa del manejo médico brindado, comparándolo con los estándares de práctica aceptados.
La documentación de la atención proporcionada, los testimonios del personal involucrado y el análisis de expertos son todos cruciales para establecer la presencia de negligencia médica y fundamentar una reclamación.
Estos eventos son traumáticos y las secuelas pueden ser de largo alcance; por lo tanto, la justicia exige no solo el reconocimiento del daño sino también la compensación apropiada y la adopción de medidas para prevenir futuros incidentes similares.
Cómo Reclamar por Negligencia Médica en Parto
Para reclamar por negligencia médica, es fundamental seguir una serie de pasos meticulosos:
- Recopilación de documentación: solicitar el historial médico en el centro donde se produjo el parto. En España, los pacientes tienen derecho a acceder a su documentación clínica según la Ley 41/2002. Incluir todos los informes de alta, pruebas realizadas y tratamientos prescritos.
- Evaluación del caso: contactar con un abogado especializado en Derecho Sanitario, que esté familiarizado con la legislación española y los procedimientos del Sistema Nacional de Salud (SNS). El abogado puede solicitar la opinión de un médico forense para establecer preliminarmente si puede haber un caso de mala praxis.
- Peritaje médico:en España, el peritaje se realizará por un especialista en la materia, que valorará si la atención médica proporcionada cumplió con los protocolos establecidos y las prácticas médicas adecuadas. El informe pericial debe establecer una relación de causalidad entre la actuación médica y el daño sufrido.
- Proceso legal: se puede optar por una reclamación de responsabilidad patrimonial de la administración si se trata de un hospital público, o por una reclamación por responsabilidad civil profesional si se trata de un hospital privado. La reclamación se iniciaría presentando una queja ante el servicio de atención al paciente del hospital, y si no se resuelve satisfactoriamente, proceder con la demanda judicial. En el caso penal, es necesario presentar una denuncia o querella, y será el Ministerio Fiscal quien valore si procede acusar por un delito de lesiones por imprudencia profesional.
¿Qué se puede reclamar?
Dentro del marco legal español, las víctimas de negligencia médica durante el parto tienen el derecho de exigir compensación por una amplia gama de agravios sufridos. Esta compensación no solo abarca los daños físicos que hayan podido experimentar tanto la madre como el recién nacido, tales como lesiones durante el proceso de parto, sino que también se extiende a los daños materiales.
Entre estos se incluyen los costes adicionales en tratamientos médicos, rehabilitaciones necesarias, así como cualquier otra pérdida económica directamente relacionada con la negligencia, como puede ser la incapacidad de la madre para continuar con su actividad laboral o empresarial debido a las secuelas sufridas.
No menos importante es la compensación por daños morales, que reconoce el sufrimiento emocional, el trauma psicológico y el dolor tanto de la madre como de su familia. La cuantificación de estos daños requiere una valoración detallada que refleje la gravedad del impacto de la negligencia en la calidad de vida de los afectados.
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