Negligencias parálisis cerebral infantil

Todas las negligencias médicas provocan dolor, sin excepción, pero son las asociadas a los niños las que más impotencia generan.

Si al dolor provocado por el error médico en niños sumamos una enfermedad invalidante, permanente y de alto coste, como la parálisis cerebral, el sufrimiento se multiplica a niveles inimaginables. Un dolor que solo conocen los que han vivido este problema en primera persona.

La parálisis cerebral infantil (PCI) tiene origen en el cerebro. Se define como un grupo de alteraciones no progresivas del movimiento y la postura que limita la actividad.

La PCI surge en el entorno prenatal, perinatal o postnatal. Esto es:

  • Antes del parto (35% de los casos).
  • Durante el parto (55% de los casos).
  • Después del parto (10% de los casos).

Es frecuente que esta enfermedad ocurra por falta de oxígeno ya que el cerebro del recién nacido es muy sensible a la limitación de oxígeno, pero puede suceder por otras causas que veremos a continuación.

Su incidencia global se sitúa en 2 de cada 1000 niños nacidos.

No progresa o empeora. Tampoco tiene cura. Las consecuencias de la enfermedad se mantienen de por vida para el paciente y para su familia.

¿Cuáles son las causas y los tipos? ¿Cómo detectar si hubo negligencia por parte del equipo médico? ¿Qué pasos seguir?

A continuación saldrás de dudas.

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¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

La mayoría de casos de parálisis cerebral infantil ocurren antes o durante el nacimiento, es lo que se conoce como parálisis cerebral congénita.

Las causas principales son:

  • Ausencia de oxígeno en el cerebro del feto: lo comentamos al inicio, la limitación de oxígeno en el cerebro del feto es causa frecuente. Puede suceder por distintos motivos, desde una presión arterial muy baja en la madre hasta problemas durante el parto.
  • Hemorragia intracraneal: si los vasos sanguíneos del cerebro se dañan o rompen provocarán daño cerebral de diversa gravedad. Este problema puede ser causado por malformaciones y otras alteraciones.
  • Desarrollo cerebral anormal: el crecimiento anormal del cerebro afecta al feto. Suele darse durante los primeros seis meses de gestación. Puede ocurrir por infecciones, traumatismos, mutaciones…

La parálisis cerebral infantil también puede suceder por undaño en la materia blanca. Este problema ocurre con mayor frecuencia entre las semanas 26 y 34 del embarazo.

La segunda opción es que la PCI se desarrolle a posteriori, tras el embarazo. Es lo que conocemos como parálisis cerebral adquirida. Tiene menor prevalencia que la anterior, la padece en torno al 10% del total. El requisito para ser considerada como adquirida es que suceda al menos 28 días después del parto.

¿Sus causas más frecuentes?

  • Infección.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Traumatismo.

Conviene aclarar que el porcentaje de parálisis cerebral infantil por causa desconocida o sin determinar es elevado, se estima que ronda el 40%.

Tipos de parálisis cerebral infantil

Ante una negligencia, es necesario conocer el tipo de parálisis que afecta al niño. Podemos agruparlas en función de tres criterios.

Según la gravedad de la lesión

  • Parálisis cerebral leve: el niño presenta alguna alteración física, pero no está limitado en su día a día.
  • Parálisis cerebral moderada: necesita asistencia, presenta dificultades en tareas básicas.
  • Parálisis cerebral grave: requiere de apoyo continuo para realizar la inmensa mayoría de actividades cotidianas.

Según la parte del cuerpo afectada

  • Hemiplejia: afecta a la mitad derecha o izquierda del cuerpo.
  • Paraplejia: causa la parálisis de la mitad inferior del cuerpo.
  • Tetraplejia: incide sobre las cuatro extremidades.
  • Diplejia: provoca la parálisis de las dos piernas, afectando poco o nada a las extremidades superiores.
  • Monoplejia: solo incide en una extremidad del cuerpo.

Según el movimiento

  • Parálisis cerebral espástica: se caracteriza por un incremento del tono muscular. Como consecuencia, aparece la dificultad para movilizar ciertas partes del cuerpo. Los niños con este tipo de parálisis cerebral tienen dificultades para controlar algunos músculos. Padecen dolores y, en ocasiones, necesitan asistencia continua.
  • Parálisis cerebral atáxica: esta lesión cerebral afecta directamente al cerebelo, la parte del cerebro encargada del equilibrio y de la coordinación de los movimientos. Los niños que sufren la parálisis atáxica tienen serias dificultades para mantener el equilibrio. En ocasiones pueden caminar, pero suelen hacerlo de forma errática e inestable.
  • Parálisis cerebral disquinética: afecta a la parte central del cerebro. La musculatura pasa de relajada a tensa de forma muy rápida dando como resultado movimientos involuntarios y descoordinados. También afecta al habla por su incidencia sobre la respiración, la lengua y las cuerdas vocales. La parálisis disquinética empeora con la fatiga y mejora con el reposo.
  • Parálisis cerebral mixta: cuando el daño se produce en varias estructuras cerebrales, la parálisis presenta características de todos los tipos anteriores. La sintomatología es difusa. Los niños con parálisis mixta no pueden clasificarse de forma categórica en ninguno de los grupos anteriores.

¿Qué consecuencias tiene esta enfermedad en el entorno familiar?

El alcance de la negligencia tiene consecuencias obvias en el niño. A menudo necesitará apoyo y asistencia para realizar todas o gran parte de las actividades cotidianas.

Es la familia la que soporta un gran peso extra: el coste del tratamiento para mejorar la calidad de vida del niño, la presión emocional del proceso, el desgaste de convivir con la enfermedad en el día a día…

La PCI es una de las enfermedades que más coste asociado presenta, de ahí la importancia de valorar si hubo o no negligencia médica.

¿Cómo detectar si hubo negligencia médica?

La mala praxis médica antes, durante o después del embarazo es la clave para determinar la viabilidad de una posible demanda por negligencia médica con resultado de PCI.

¿En qué consiste la mala praxis médica?

Praxis significa práctica o acción. Por tanto, el término mala praxis médica hace referencia a un proceso deficiente en el campo de la medicina.

En palabras del Tribunal Supremo: “abarca la elección adecuada y el cumplimiento formal y protocolar de las técnicas previstas”. Por tanto, si un profesional sanitario no actúa según los criterios establecidos, incurrirá en lo que conocemos como mala praxis.

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En este caso, puedes recurrir a la justicia para resarcir el daño. Conviene puntualizar que los casos de mala praxis médica suelen ser no intencionados, se trata de errores médicos. Errores humanos con consecuencias para los pacientes y sus familias. Errores que pueden y deben ser juzgados.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de mala praxis en la parálisis cerebral infantil?

Algunas prácticas médicas pueden derivar en malas praxis:

  • Pasar por alto una infección en la madre o en el feto.
  • Realizar un mal uso del fórceps durante el parto.
  • Ausencia o ineficaz control del pulso del feto o neonato.
  • Pasar por alto una ictericia.
  • Evitar una cesárea de emergencia o realizarla tarde.
  • Omitir el prolapso del cordón umbilical.

Cualquier proceso que rodea a una negligencia médica es complejo a nivel técnico y jurídico. En la parálisis cerebral infantil las dificultades aumentan:

Por la dificultad de localizar las causas de la PCI.

Por las complicaciones de demostrar la posible negligencia judicialmente.

Por eso, antes de iniciar cualquier procedimiento es vital que te asesores. Contacta con nosotros, podemos ayudarte.

Jurisprudencia en PCI

Existe abundante jurisprudencia sobre casos negligentes con resultado de parálisis cerebral.

Dos ejemplos.

El Tribunal Supremo condenó a un médico por elegir la técnica incorrecta con el agravante de no informar al paciente de los riesgos de la intervención:

“Lo que ocurrió en este caso es que se intentó el parto vaginal tras uno anterior culminado con cesárea, lo que le convertía en un parto de riesgo que los ginecólogos deben conocer e identificar para evitar los problemas que pudieran derivarse, pues ello forma parte de su actividad. La complicación más grave es la que se materializó en este caso, de rotura uterina…”.

Más recientemente se condenó tanto al ginecólogo como a la matrona que asistieron un parto con resultado de PCI por imprudencia profesional grave. La sentencia señaló lo siguiente:

“El médico y la matrona no actuaron cuando se detectaron hasta 26 episodios de disminución de la frecuencia cardíaca del feto, a niveles de 80 e incluso 60 pulsaciones, cuando lo saludable es que estén entre 110 y 170. Pese a sus respectivas cualificaciones profesionales y apartándose de la pericia que les era exigible, actuaron con un proceder absolutamente negligente que les llevó a no adoptar las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal”.

Indemnización por daños y perjuicios en casos de parálisis cerebral infantil

Atendiendo a la gravedad de los daños provocados, las indemnizaciones son muy altas.

La justicia valora que las lesiones ocasionados por esta negligencia médica infantil son muy graves e irreversibles. De por vida. Con un coste emocional incalculable para la familia.

Sentencias condenatorias han llegado a ordenar el pago de varios millones de euros por daños físicos, materiales y morales. Así ocurrió en 2020, cuando el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y dos aseguradores tuvieron que abonar 5,5 millones de euros por una negligencia médica con resultado de parálisis cerebral infantil.

Dinero que, de ningún modo palia el dolor y el sufrimiento de la familia, pero que sí sirve para mejorar y costear los tratamientos durante la vida del hijo o para resarcir el daño en caso de fallecimiento.

¿Qué hacer ante un caso de negligencia médica con resultado de parálisis cerebral infantil?

¿Sospechas de un posible caso de negligencia médica con resultado de parálisis cerebral?

Recopila el historial médico

La historia clínica es el eje sobre el que girará el resto del proceso.

En ella figuran todos los pasos realizados por el equipo médico. Es la llave para demostrar si hubo error médico o si se actuó respetando la buena praxis médica.

Por descontado, tienes derecho a solicitarla.

¿Cómo pedir la historia clínica?

Puedes hacerlo por internet, a través del Sistema Nacional de Salud (enlace). También puedes solicitarla a través del servicio de atención al paciente de cualquier centro de salud.

Como familiar directo, tienes derecho a obtener la historia clínica completa. Sin errores ni omisiones.

Es conveniente no exteriorizar la intención de interponer una demanda por mala praxis para evitar intentos de manipulación u omisión de información en la historia clínica. También es recomendable señalar en la firma el “desconocimiento si la historia está completa” a fin de establecer acciones posteriores en caso de que fuera necesario.

Con esta información en la mano, puedes realizar una reclamación tanto en la sanidad pública como en la privada. Los plazos varían:

  • Sanidad pública: un año desde confirmar las secuelas.
  • Sanidad privada: un año si acudiste mediante un seguro médico privado; cinco años si la atención se realizó de forma privada.

Ponte en manos de abogados especialistas

Como hemos comentado a lo largo del artículo, el camino para demostrar la mala praxis médica en un caso de parálisis cerebral infantil es largo y complejo.

Si estás interesado en consultar con un abogado especialista, simplemente rellena el formulario disponible en esta misma página en la que te encuentras ahora.

Tu solicitud se enviará a Melendos, una plataforma legal líder en España, la cual te brinda la oportunidad de que hasta tres abogados especialistas revisen tu caso y te ofrezcan un presupuesto personalizado.

Todo ello con la comodidad de gestionarlo desde tu hogar y la seguridad de estar en contacto con abogados de primer nivel.

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