Hombre mayor con expresión de dolor se sujeta la cabeza, representando la negligencia médica en ictus.

Negligencia médica en ictus

La rápida actuación ante un ictus es clave para evitar secuelas graves. Un diagnóstico tardío o un tratamiento inadecuado pueden ser negligencia médica. Descubre cómo identificar estos casos y qué pasos seguir para reclamar una indemnización por los daños sufridos.

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¿Qué es un error en el diagnóstico de un ictus?

Lamentablemente, puede ocurrir un error en el diagnóstico de un Ictus y existen casos en los que se ha determinado negligencia médica, porque el profesional no determinó que se trataba de un ictus y no se pudo coger a tiempo. En estos casos, se podría contratar un abogado para denunciar por negligencia médica

Un ictus es un tipo de enfermedad cerebrovascular que a menudo se asocia con un infarto cerebral o embolia. Ocurre fruto de la interrupción súbita de la sangre a una parte del cerebro o de la rotura de una arteria o vena cerebral.

Hay síntomas que, de alguna manera, nos indican que el paciente está sufriendo un ictus. Sin embargo, no siempre son tan determinantes y puede que el profesional médico los confunda con cualquier otra dolencia y no le dé importancia. Lo cual, tendría consecuencias fatales para la persona afectada.

En lo referente a los síntomas, el paciente en este punto puede notar como se le tuerce la boca, tiene problemas para hablar, pensar o moverse, de repente deja de ver, se siente desorientado, no es capaz de coordinar movimientos, etc. Sin embargo, puede que el profesional sanitario que lo atienda en ese momento determine que es una crisis de ansiedad o cualquier otro tipo de dolencia.

Hay enfermedades no tan críticas que pueden tener síntomas relacionados y eso puede ser objeto de confusión para el médico. Incluso si tiene un mal día podría hacer un diagnóstico erróneo o detectarlo tarde, cuando es algo que es fundamental detectar lo antes posible porque cada segundo cuenta. En cualquier caso, estaríamos hablando de negligencia médica en el diagnóstico de un ictus.

¿Qué secuelas tiene un ictus?

El ictus, un tipo de accidente cerebrovascular, puede tener secuelas y daños de variada gravedad dependiendo de varios factores como la parte del cerebro afectada, la rapidez en recibir el tratamiento y las condiciones preexistentes del paciente. Pero ¿qué consecuencias son las que tiene un ictus?

Las secuelas pueden incluir daños físicos y emocionales significativos, como:

  • Parálisis y problemas de movilidad
  • Déficit cognitivo y del lenguaje
  • Problemas emocionales y psicológicos

Parálisis y problemas de movilidad

Una de las secuelas más comunes y graves es la parálisis, que puede afectar distintas partes del cuerpo. La ruptura o bloqueo de vasos sanguíneos en el cerebro puede llevar a parálisis y problemas de movilidad.

Dependiendo del hemisferio del cerebro afectado por el ictus, la parálisis puede ocurrir en el lado opuesto del cuerpo.

Esto puede variar desde una hemiparesia, que es una forma leve de parálisis, hasta una hemiplejía, que es más severa y puede involucrar la pérdida completa del movimiento en ciertas áreas.

Estos problemas de movilidad no solo disminuyen la calidad de vida del paciente, sino que también requieren una rehabilitación intensiva y, en muchos casos, ajustes significativos en la vida diaria y el hogar.

Déficit cognitivo y del lenguaje

El ictus también puede afectar las capacidades cognitivas y del lenguaje, un fenómeno conocido como afasia. Los errores en el diagnóstico o tratamiento del ictus pueden agravar estos déficits, llevando a consecuencias más severas para los pacientes.

Esta condición puede manifestarse en dificultades para hablar, entender, leer o escribir. Estos problemas son especialmente frustrantes para los pacientes, ya que afectan su capacidad para comunicarse efectivamente con otros.

Además, el deterioro cognitivo puede abarcar problemas de memoria, atención y resolución de problemas, complicando aún más la rehabilitación y la recuperación general del individuo.

Problemas emocionales y psicológicos

No menos importante son las repercusiones emocionales y psicológicas de un ictus. El ictus puede llevar a la aparición de enfermedades emocionales como la depresión y la ansiedad.

Muchos pacientes experimentan cambios significativos en su estado emocional, como depresión, ansiedad y cambios abruptos en el estado de ánimo.

Estas condiciones requieren tanto apoyo psicológico como médico para ayudar al paciente a gestionar estas nuevas realidades emocionales.

Tipos de negligencia en ictus

Si se habla de un caso negligente quiere decir que se llevaron a cabo una serie de actuaciones médicas contrarias a lo conocido como lex artis, que se refiere a las buenas prácticas o estándares que se debe seguir. Dentro de la negligencia, podemos identificar estos dos tipos:

  • Error de diagnóstico: el médico trata al problema del paciente como si tuviera otra afección distinta. Es decir, cree que no es un ictus y lo deja pasar, sigue otro tratamiento o le manda hacer otras pruebas.
  •  Diagnóstico tardío: también puede que se tarde mucho en hacer las pruebas y que el ictus se pase a diagnosticar muy tarde. Sería un retraso en el diagnóstico y, en el caso de este tipo de enfermedad, el tiempo es clave. El paciente corre el riesgo de fallecer o de sufrir lesiones más graves que le podrían dejar incapacitado incluso de por vida.

En cualquiera de los dos casos estaríamos hablando de negligencia médica y el paciente tendría derecho a reclamar y obtener una indemnización por todo lo sucedido. La cuantía dependerá de la gravedad. 

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¿Cómo saber si se trata de una negligencia?

Sufrir un ictus es un shock para el paciente y para la familia. En ese momento, puede que nadie se pare a pensar si ha habido negligencia médica, ya que tendemos a pensar que si el médico se ha equivocado, es que se debe a un fallo humano. Todos somos humanos y nos equivocamos.

Sin embargo, a pesar de que la familia sea comprensiva y lo achaque a un fallo humano, si se ha demostrado negligencia a causa de cualquiera de los aspectos mencionados, el paciente estaría en su derecho a reclamar y velar por sus intereses. Partimos de que, en este tipo de enfermedades, el tiempo es vital.

Pero es normal tener dudas o no saber si es una negligencia médica. Por eso es fundamental ponerse en manos de profesionales, en manos de abogados especialistas en negligencias médicas

Un perito médico especializado en lidiar con este tipo de casos podrá ver y comprender el historial clínico del paciente y saber qué ocurrió en realidad. Podrá determinar si de verdad hubo un error en el diagnóstico o un problema de diagnóstico tardío de ictus. En ambos casos, hablamos de negligencia.

Porque aunque los pacientes o sus familiares pueden tener serias dudas sobre lo ocurrido, desde el punto de vista legal sería negligencia médica su por una acción u omisión lo que se ha llevado a cabo se aleja de los estándares establecidos. Por eso es fundamental acudir a un profesional del derecho especializado en negligencias.

Un profesional te dará el punto de vista verdadero, no lo que quieres oír. De hecho, nosotros trataremos el tema con total discreción, intimidad, profesional y transparencia, informándote de si tiene o no recorrido

¿Cómo actuar frente a estas situaciones?

Frente a estas situaciones de sospecha de negligencia médica en el diagnóstico de ictus, es fundamental ponerse en manos de un abogado especializado en lidiar con este tipo de problemas. Al fin y al cabo, es quien podrá examinar tu caso y orientarte en base a tus derechos, analizando lo ocurrido, la situación de la que se parte y las posibilidades.

Es fundamental delegar siempre que se tenga algún tipo de sospecha. O incluso aunque no se tenga pero se detecta que algo no se ha hecho bien, que el médico pensaba que era otra cosa o que lo ha diagnosticado tarde, en esos casos también se tiene derecho a una indemnización. Se puede reclamar y se puede ganar .

La clave está en tener la cabeza fría y contar lo antes posible por un profesional de la abogacía en materia de negligencias médicas, para que se encargue de todo por ti. Para ello, también será recomendable tener a mano todos los documentos médicos, ya sean previos, durante o posteriores. Cuanta más información se tenga, mucho mejor, dado que podrían servir como pruebas.

¿Es buena idea informar al centro sanitario de lo ocurrido?

. En el caso de tener serias dudas sobre si ha ocurrido una negligencia en el diagnóstico del ictus, es fundamental informar de ello al centro sanitario. Así tendrán constancia de ello.

El centro, de hecho, podría investigarlo y ver qué ha ocurrido para esclarecer los hechos. Pero también podría ayudar a futuros pacientes, para evitar que otros pasen por lo mismo con la toma de nuevas medidas. Todo lo que sea ayudar a los demás en este tipo de situaciones, es hacer lo correcto.

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¿Cuál es la indemnización por negligencia en ictus?

Preguntarse por la cuantía de la indemnización por diagnóstico tardío de ictus es completamente normal. De hecho, ha habido algún caso conocido en el que se llegó a indemnizar a la víctima con un millón de euros por diagnosticar un ictus y no tratarlo a tiempo.

En este caso, hablamos del paciente Manuel L. B., de 45 años, de Madrid. Su vida cambió en 2006 cuando fue al centro de salud de Fuencarral con claros indicios de ictus y la médica le diagnosticó un “posible TIA”, y lo envió a su casa sin medicación. Debido a este error, denunció y el Tribunal Supremo le dio la razón.

Debido a la equivocación por negligencia se le llegó a indemnizar con la cifra de 974.848,71 euros y los intereses legales que se generaron durante todo ese tiempo, unos 6 años de demora. Se determinó que había incurrido en una “negligencia médica” y en un “funcionamiento anormal de los servicios públicos”.

Evidentemente, la cuantía depende de la gravedad del asunto. Pero en el caso del ictus, cada minuto cuenta porque es una enfermedad que puede tener consecuencias de carácter irreversible para el paciente. Es algo que le puede cambiar la vida de un momento a otro y todo por no haberse cogido a tiempo.

Recuperación y rehabilitación tras ictus

El proceso de recuperación después de un ictus es a menudo largo y complicado ya que requiere un enfoque integral para poder favorecer el bienestar del paciente. Es crucial recibir atención en un hospital especializado para la recuperación del ictus.

Estas son las fases de la rehabilitación post-ictus:

  • Rehabilitación física: incluye fisioterapia para mejorar la fuerza, la coordinación y la movilidad. Los ejercicios específicos ayudan a recuperar el uso de extremidades afectadas y mejorar la capacidad general de movimiento.
  • Terapia del lenguaje y cognitivo: profesionales especializados trabajan con el paciente para recuperar habilidades del lenguaje y enfrentar los desafíos cognitivos. Esta terapia es vital para aquellos que sufren de afasia o problemas de memoria.
  • Soporte psicológico: el apoyo emocional es fundamental para abordar la depresión, la ansiedad y otros problemas psicológicos que surgen frecuentemente después de un ictus.

El apoyo de familiares y profesionales médicos es imprescindible en cada etapa de la rehabilitación. La falta de intervención oportuna puede aumentar el riesgo de secuelas graves.

Asegurar que el paciente tenga acceso a los recursos necesarios y recibir apoyo constante puede hacer una diferencia significativa en la tasa y calidad de la recuperación.

Abogados para negligencia médica en ictus

Si has sido víctima de una negligencia médica en ictus, es recomendable contactar con un abogado especializado en derecho sanitario.

Los abogados expertos en negligencia médica pueden ayudarte a:

  • Evaluar tu caso y determinar si existe una base sólida para la reclamación.
  • Obtener pruebas periciales mediante informes de expertos médicos.
  • Gestionar la reclamación ante las autoridades sanitarias o judiciales.
  • Negociar una indemnización justa por los daños y perjuicios sufridos.
  • Representarte en un juicio si la reclamación no se resuelve en la fase administrativa.

El proceso legal puede implicar distintas fases, desde la reclamación administrativa hasta una posible demanda civil o penal dependiendo de la gravedad

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