Manos con guantes sostienen jeringa y vial, aludiendo a los riesgos de una epidural mal administrada durante el parto.

Negligencia médica por epidural mal puesta

La anestesia epidural es un procedimiento habitual durante el parto. Sin embargo, su mala administración puede generar lesiones en la médula espinal, cefaleas intensas o parálisis. Estos efectos pueden derivar en responsabilidad médica por mala praxis y dar lugar a una reclamación legal.

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¿Qué es la epidural y cómo se aplica en el parto?

La anestesia epidural es un método ampliamente utilizado para aliviar el dolor durante el parto. Se administra inyectando anestésicos locales y/o opioides en el espacio epidural de la columna vertebral, ubicado justo fuera de la membrana que envuelve la médula espinal. Este procedimiento requiere una técnica precisa y cuidadosa.

El anestesiólogo primero debe identificar el lugar correcto en la espalda baja del paciente y, a menudo, se utiliza un catéter para administrar la medicación, permitiendo un control continuo del nivel de anestesia durante el parto.

La correcta administración de la epidural implica no solo la ubicación precisa del punto de inyección, sino también la monitorización constante del paciente para ajustar la dosis según sea necesario.

Aunque el procedimiento tiene como objetivo principal reducir el dolor de las contracciones y la presión sobre el cuello uterino, también se toman precauciones para minimizar los efectos secundarios y garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.

Errores comunes en la administración de la epidural

os errores en la administración de la epidural pueden variar en gravedad, pero incluso los más pequeños pueden tener consecuencias significativas:

  • Aplicación en el lugar equivocado: esto puede suceder si el anestésico se inyecta demasiado alto, demasiado bajo, o en el tejido incorrecto. Como resultado, la anestesia puede ser ineficaz, o peor aún, puede afectar otras áreas del cuerpo, causando complicaciones como hipotensión o dificultad respiratoria.
  • Reacción alérgica al medicamento: antes de administrar la epidural, es crucial evaluar cualquier historial de alergias a medicamentos del paciente. Las reacciones alérgicas pueden variar desde erupciones cutáneas hasta reacciones anafilácticas severas.
  • Dosis inadecuada: una dosis excesiva puede llevar a una disminución de la presión arterial o a una anestesia completa de la parte inferior del cuerpo, mientras que una dosis insuficiente puede no proporcionar el alivio del dolor necesario. El equilibrio adecuado es esencial para el bienestar de la madre y el desarrollo seguro del parto.

¿Qué se entiende por negligencia médica por epidural mal puesta?

Hablamos de negligencia médica por epidural mal puesta cuando el procedimiento no se realiza conforme a los estándares médicos habituales, causando un daño innecesario y evitable al paciente.

Para que exista negligencia médica deben concurrir los siguientes elementos:

  • Existencia de un daño o perjuicio para el paciente (físico, psicológico o ambos).
  • Falta de diligencia o mala praxis por parte del personal sanitario.
  • Relación causal directa entre el daño y la actuación médica incorrecta.

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Consecuencias de una aplicación incorrecta de la epidural

La epidural mal administrada puede provocar una variedad de problemas, algunos de los cuales pueden tener efectos duraderos:

  • Lesiones internas: la inyección incorrecta puede dañar los tejidos circundantes, incluidos los vasos sanguíneos o los nervios.
  • Daños nerviosos o medulares: aunque raro, existe el riesgo de daño permanente a los nervios o la médula espinal, lo que podría resultar en debilidad, parálisis o cambios en la sensibilidad.
  • Incontinencia: la afectación de los nervios puede provocar una pérdida de control sobre la vejiga o los intestinos.
  • Paraplejia: en casos extremadamente raros, una complicación severa de una epidural puede llevar a paraplejia, una parálisis que afecta todas o algunas de las funciones motoras y sensoriales de las extremidades inferiores.
  • Dolores crónicos: muchas pacientes experimentan dolores lumbares persistentes o irradiados hacia las piernas, que pueden durar años o incluso toda la vida.
  • Pérdida de sensibilidad o movilidad: cuando se daña la médula espinal o las raíces nerviosas, pueden producirse:
    • Parestesias (hormigueo constante).
    • Parálisis parcial de miembros inferiores.
  • Infecciones graves: si no se respetan las condiciones de asepsia, pueden surgir infecciones como meningitis o abscesos epidurales.
  • Cefalea post-punción dural: una complicación frecuente si se perfora accidentalmente la duramadre, que provoca:
    • Dolores de cabeza intensos.
    • Náuseas y vómitos.
    • Malestar general prolongado.
  • Daños psicológicos: muchas mujeres desarrollan ansiedad, depresión o trastorno por estrés postraumático tras haber sufrido una mala experiencia con la epidural.

Reclamaciones por negligencia médica en el parto

Los pacientes que han sufrido una negligencia médica durante el parto poseen derechos específicos que les permiten buscar justicia y compensación. En estos casos, es esencial comprender y ejercer estos derechos adecuadamente:

  • Derecho a una reclamación efectiva: las víctimas de negligencia médica durante el parto tienen el derecho a presentar una reclamación para buscar compensación. Esto incluye tanto a la madre como al recién nacido, en caso de que ambos hayan sido afectados.
  • Importancia de la acción rápida: es crucial iniciar el proceso de reclamación lo antes posible. Con el tiempo, las pruebas pueden perderse, los testimonios pueden volverse menos precisos y los límites legales para presentar reclamaciones pueden expirar.
  • Recopilación de evidencias: las víctimas deben recopilar toda la documentación médica relevante, registros del hospital, informes de los tratamientos y testimonios de testigos, si los hubiera. Esta evidencia será crucial para respaldar la reclamación.
  • Asesoramiento legal especializado: es aconsejable buscar la asistencia de un abogado especializado en negligencias médicas. Un experto legal puede guiar a las víctimas a través del proceso, ayudar en la recopilación de pruebas y representarlas en negociaciones o en el tribunal.

¿Cómo demostrar que ha habido una negligencia médica?

Probar la negligencia médica por epidural mal puesta no siempre es sencillo. Por eso, es fundamental contar con un abogado especializado y recopilar todas las pruebas posibles.

Los elementos clave para sustentar la reclamación son:

  • Historial clínico completo, incluyendo informes del parto o intervención quirúrgica.
  • Informes periciales de expertos en medicina legal o anestesiología.
  • Testimonios de otros profesionales sanitarios.
  • Documentación fotográfica o videográfica, si existe.

Además, el consentimiento informado firmado por la paciente es una prueba importante. Si no fue debidamente informado o no se firmó, puede considerarse un indicio de mala praxis.

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