Nexo de causalidad en Negligencias Médicas

¿Alguna vez te has preguntado cómo se establece la responsabilidad en casos de negligencia médica? No basta con sufrir un daño; es necesario demostrar cómo y por qué la acción del médico llevó a tal situación. Este artículo definimos el concepto de nexo de causalidad, un pilar fundamental sin el cual no podrías obtener justicia ni compensación. 

¿Qué es el nexo de causalidad?

El nexo de causalidad es el pilar fundamental de cualquier reclamación por negligencia médica. Define la conexión directa entre la acción u omisión del profesional de la salud y el daño sufrido por el paciente. Para que un tribunal considere que existe negligencia, no solo debe identificarse el daño (como una lesión o un deterioro en la condición del paciente) sino que también debe demostrarse que este daño fue el resultado directo de una actuación médica inapropiada o la falta de ella.

Legislación aplicable

Según el ordenamiento jurídico español, en especial en el ámbito de la responsabilidad civil, establecido en el Código Civil, es obligatorio que exista una certeza probatoria que vincule directamente el acto médico con el perjuicio causado. Sin esta conexión clara y justificable, no es posible hablar de responsabilidad ni de obligación de indemnizar por parte del profesional.

Ejemplos ilustrativos

Caso de diagnóstico erróneo

Imagina un paciente que acude a consulta por dolores persistentes y el médico, tras una evaluación superficial, descarta cualquier enfermedad grave. Si más tarde se descubre que esos dolores eran síntomas de una condición grave que empeoró debido a la falta de un tratamiento adecuado, aquí hay un claro ejemplo de cómo un error de diagnóstico podría justificar un nexo de causalidad.

Caso de cirugía

Considera el caso de una cirugía donde se utilizan instrumentos no esterilizados, resultando en una infección postoperatoria severa. La relación entre la omisión (no esterilizar adecuadamente el equipo quirúrgico) y el daño (infección) es directa y fácilmente demostrable.

Dificultades en la demostración del nexo causal

La demostración del nexo de causalidad en casos de negligencia médica es uno de los aspectos más complejos en la responsabilidad civil. Esto se debe a la naturaleza intrínsecamente compleja de los procedimientos médicos y la variabilidad de las respuestas humanas a los tratamientos. Estas son las dificultades principales que se encuentran al intentar establecer este nexo y cómo los tribunales han abordado estos desafíos para asegurar un juicio justo.

Variabilidad de los procesos médicos

En medicina, los mismos procedimientos pueden tener resultados muy diferentes dependiendo de factores individuales como la edad, el estado de salud previo, y otras condiciones médicas del paciente. Esta variabilidad hace que sea especialmente difícil establecer una línea directa de causa y efecto que no esté influenciada por factores externos o preexistentes.

Por ejemplo, si un paciente sufre un ataque cardíaco después de una operación, determinar si el ataque fue causado por un error durante la cirugía o por la condición cardiovascular preexistente del paciente puede ser extremadamente complicado. Aquí, la carga de la prueba puede volverse abrumadora sin el apoyo de evidencia médica detallada y testimonios expertos.

Estándares médicos y expectativas de cuidado

La práctica médica se rige por estándares que definen lo que es aceptable en el tratamiento de pacientes. Estos estándares pueden variar considerablemente, lo que a menudo complica la determinación de si se ha cometido un acto de negligencia. El tribunal debe decidir si el cuidado proporcionado se desvió de los estándares aceptados de la práctica médica en ese momento y en esa situación particular.

Supongamos que un paciente desarrolla una infección severa después de una cirugía. Si el equipo médico siguió todos los protocolos estándar de esterilización, pero la infección aún ocurrió, puede ser difícil probar que la infección fue resultado de negligencia en lugar de una complicación desafortunada pero posible.

Jurisprudencia aplicada

Para superar estas dificultades, los tribunales españoles han adoptado varias doctrinas que ayudan a equilibrar la carga probatoria en casos de negligencia médica. Estas incluyen:

• Probabilidad cualificada: esta doctrina permite a los jueces tomar decisiones basadas en una «probabilidad cualificada» en lugar de la certeza absoluta. Esto significa que si es altamente probable que la acción del médico haya causado el daño, el tribunal puede decidir a favor del demandante incluso si no hay una prueba directa y definitiva.
• Facilidad probatoria: en muchos casos, especialmente en los procedimientos médicos, las pruebas están controladas por la parte acusada (por ejemplo, los registros médicos). La doctrina de facilidad probatoria puede obligar al acusado a presentar estas pruebas y demostrar que su actuación no causó el daño.
• Daño desproporcionado: si los daños sufridos por el paciente son desproporcionados en relación con los riesgos típicos asociados con el procedimiento realizado, se puede inferir que hubo negligencia. Esta doctrina se aplica especialmente en casos donde los resultados del tratamiento son extraordinariamente atípicos y no pueden explicarse sin asumir algún grado de mala praxis.

Cómo probar el nexo de causalidad

Probar el nexo de causalidad es esencial y complicado, te contamos cuáles son los pasos fundamentales para llevar a cabo la prueba de esta causalidad: 

1. Documentación médica: debes recopilar toda tu historia clínica, informes de procedimientos y cualquier otro documento relevante.
2. Testimonio de expertos: los testimonios de peritos médicos serán fundamentales para establecer la relación entre la conducta del médico y tu lesión. Estos expertos evaluarán tanto las acciones del médico como el resultado y determinarán si las acciones fueron adecuadas según los estándares médicos.
3. Análisis detallado de la cronología de eventos: detallar cada paso del proceso médico y cómo cada acción contribuyó al resultado final.

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